Los clubes, en el sentido más amplio y generoso del término, son espacios abiertos a la experimentación, a la creación sin límites, a provocar mezclas insólitas e inéditas, en derribar muros, a dejarse llevar por la osadía, el hígado y el corazón. El batería Marc Ayza, uno de los músicos más acostumbrados a concebir el club como un laboratorio, hace años que reclama a través de su obra poco ortodoxa un encuentro entre el hip hop, el soul, el jazz y otras expresiones de las músicas populares contemporáneas . Apuesta por disolver el etiquetado musical, el encasillamiento y los corsés, para buscar un público heterogéneo, amante del riesgo, el ritmo, la emoción y la sorpresa. Ayza, que presentó hace pocos meses su último disco, Live At Home (Fresh Sound World Jazz)-grabado precisamente en su casa: el Jamboree-, inaugura un nuevo ciclo de la cava de la plaza Reial, Lab Sessions, en el que un reputado músico de nuestra escena ofrecerá durante diferentes sesiones, formaciones y piezas inéditas, en la línea más dinámica del concepto de club.

Marc AYza drums, Roger Mas piano, Tom Warburton double bass.