La última vez que Wallace Roney recaló en Barcelona lo hizo como miembro del combo de tributo a Miles Davis que, capitaneado por Jimmy Coob, interpretaba el histórico Kind of Blue. Roney hacía a la sazón de Miles, un traje que le sentaba como ningún otro, dado que es poco más o menos casi tan icónico como el patriarca del jazz moderno. Así ha sido desde que a los 16 años se subió por primera vez a un escenario. Desde entonces, el torrencial trompetista ha sido músico acompañante de Ornette Coleman, Elvin Jones, Herbie Hancock, Dizzy Gillespie, Geri Allen, Ron Carter o el propio Davis, que lo requirió en 1991 para el famoso concierto de Montreux. En 1986 sustituyó a Terence Blanchard en los legendarios Jazz Messengers de Art Blackey. Cinco años después, junto a Wayne Shorter, Herbie Hancock, Ron Carter y Tony Williams, formó parte de la Miles Davis Tribute Band, con la que ganó un Grammy.  Con semejante currículum, no es de extrañar que nos refiramos a Wallace Roney como uno de los pilares del jazz de los últimos 25 años. El músico también ha destacado en su carrera en solitario, con discos como Cruchin’, Village, Mystikal, Jazz o, más recientemente, If Only For One Night. En el Jamboree podremos disfrutar de su toque enigmático en compañía de una banda en la que destaca el pianista Aruán Ortiz, un viejo conocido de la afición barcelonesa dotado de un lirismo especial.