La tradición bop tiene en la figura de Jesse Davis uno de sus continuadores más fieles. Pocos músicos de su generación han sabido mantener encendida la llama de la esencia boppera con la naturalidad y la energía que transmite el músico norteamericano. Muchos han visto en él la reencarnación de aquellas leyendas que revolucionaron el jazz y que hoy ya son historia, pero la virtud que le hace único es su extraordinaria capacidad para situar en el presente un sonido y una manera de hacer que tiene más de medio siglo. Jesse Davis es uno de aquellos músicos que permite al jazz instalarse en un rincón de la eternidad. Puede que por eso siempre que vuelve al Jamboree reconoce sentirse como en casa. Y como invitado de lujo hoy contaremos con el gran saxofonista Víctor de Diego. 

Jesse Davis saxo alto, Víctor de Diego saxo tenor, Joan Monné piano, Ignasi González contrabajo, Jo Krause batería.