Bill Evans (1929 -1980) fue uno de los pianistas más influyentes de la historia del jazz; un “poeta”, según el escritor Gene Less —letrista de ‘Waltz for Debbie’—, por sus hermosas construcciones melódicas, entre otros méritos. No en vano, pocos dieron tanto al instrumento de 88 teclas como Bill Evans. Valga, como ejemplo de genialidad, su aportación al icónico ‘Kind of Blue’ (1959), de Miles Davis, y los magníficos trabajos en solitario, donde encumbró el arte del piano-trío. Su legado es insustituible y todavía hoy sigue inspirando a músicos de primera de todo el mundo. Un buen ejemplo lo encontramos en José Alberto Medina, que considera a Bill Evans uno de sus principales referentes. Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en 1979, Medina destacó como joven talento en la Barcelona jazzística de comienzos del siglo XXI. Versátil y polifacético, ha publicado diez discos en solitario —algunos de ellos con el célebre J.A.M. Trio— y otros 25 de acompañante. Como sideman, ha trabajado al servicio, entre otros, de Sheila Jordan, Dick Oatts, Jerry González, Jorge Pardo y Ginesa Ortega. También es fundador del centro cultural La Fábrica La Isleta (Las Palmas), de la Borondón Big Band y de eventos como El Mundo en un Piano.