
Cuesta comprender la evolución del contrabajo en la historia del jazz sin la figura de Ray Brown, quien fuera cuatrocuerdista del legendario trío de Oscar Peterson durante largos años, además de descubridor de talentos de la categoría de Monty Alexander, John Clayton, Gene Harris o, más recientemente, Christian McBride. Forjador de un estilo melódico nunca visto hasta entonces, Brown se convirtió en todo un referente para varias generaciones de contrabajistas, como Nils-Henning Orsted Pedersen (NHOP), John Clayton, Chris McBride o el barcelonés Manel Álvarez, un discípulo de Pierre Boussaguet, Javier Colina y Kengo Nakamura, que ha tocado con Phil Woods, Jesse Davis, Nicholas Payton, Frank Wess, Wendell Brunius, Benny Golson, Ann Hampton Calloway, Ignasi Terraza, Oriol Bordas o la Barcelona Jazz Orquestra. Álvarez, que hoy vive a caballo entre Londres y Barcelona, ha formado su propio trío con el propósito de mantener viva la llama de uno de los grandes contrabajistas de todos los tiempos.
Manuel Álvarez contrabajo, Gerard Nieto piano, Esteve Pi batería.